Si ayer fue la Albufera de Anna la protagonista, por ser una pequeña bombonera de la naturaleza, no podía ser menos la de Valencia, verdadera bombonería donde las haya, en la que el agua, sigue siendo el eje del entorno, aunque en este caso en estado de deliciosa calma, y eso se aprecia en cada minúsculo rincón de este paraje como se muestra durante un delicioso paseo en barca a través de sus canales y espejos de agua.
Se habla de alrededor de 30.000 patos de diferentes familias, de los cuales el "coll vert" es considerado el rey por la belleza de su plumaje brillante y suave.
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