¡Adios, Juanjo, amigo especial...!

         
          Juanjo, amigo, nos dejaste silenciosamente. No menos terrible por esperado.

          Ejemplo de ganas de vivir, de sacrificio, de generosidad, de no sabría cuantos adjetivos merecidos mas añadir a estos.

          Formaste parte de nuestro grupo inicial de la Nau Gran, con gran intensidad, imprescindible. Siempre aportaste ese justo equilibrio de la seriedad con la ironía inteligente. Compartiste altruistamente todo lo que has sido, siempre acompañado de tu Amparo, mano derecha e izquierda durante esos años difíciles que con tanto coraje superaste, superasteis.

          Y con tu compañía alegraste tantos momentos de nuestra vida que ahora tu hueco va a ser difícilmente superable, Nos queda tu esencia, tu recuerdo, con tanta intensidad que nunca dejaras de estar vivo entre nosotros.

          Juanjo, amigo, mis lagrimas llenan estos momentos de inigualable tristeza. Paz y descanso allá donde te encuentres. Un abrazo infinito.

          Roberto