Una de las mayores virtudes de la Albufera es su versatilidad. Para los aficionados cuanto menos a la naturaleza, y dentro de ella amplio a la fotografía, podemos encontrar mil rincones y en cada uno de ellos cien motivos para disfrutar.
En éste caso, se trata del Puerto de Catarroja, concepto éste que hay que revisar dado que se trata de un puerto de cobijo de embarcaciones planas, propias del entorno de espejos de aguas tranquilas, de poca profundidad media de un metro , con quilla plana de tres mecanismo de movimiento, vela latina, motor central auxiliar y a percha (albuferecs ó pontonas ).
So pequeñas embarcaciones estrechas y alargadas que ofrecen una elegancia propia del entorno. Su uso es la pesca y el lúdico. Paseo y apendizaje a su uso.
Amarradas a una serie de pantalanes de madera estables dentro de una cierta holgura de flotabilidad, enlazados y correlativos que ofrecen un pasear bucólico, rodeados por una brisa suave, y su arbolado es sencillo: sauces, cañizos, juncos, retama, etc. todo ello muy flexible y "blando".
El trino de una inmensidad de pájaros de vuelo corto , amenizará el recorrido por el entorno, está garantizado.
Y los que disfrutamos con la cámara de fotografía tienen asegurado el disparo imprevisto, peculiar, increíble. siempre algo diferente llama tu mirada.
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¡Chist ...!. Y en algún momento habrá que almorzar, no?.
En los restaurantes Casa Baina o La Primitiva te van a servir unos arroces melosos, con gambas y setas, por ejemplo, paella, all y pebre, ensalada de llisa, pulpito encebollado, y un largo etc. de aperitivos y platos propios de complemento que difícilmente lo olvidarás.
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